Por: Agustín Celis.

Actualmente estamos muy acostumbrados a considerar que las cosas tienen caducidad, y que por ello también pudiéramos considerar que la los instrumentos humanos que nos ayudan a regir la sociedad también se encuentran en esa misma situación. Por ejemplo: podemos ver que algunas instituciones ya no tienen vigencia al introducirse nuevos conceptos e ideologías en la sociedad.

Basados en esta premisa, se considera que si toda realidad tiene un periodo de vida y después va envejeciendo o va pasando de moda, puede verse la necesidad de prescindir de esa realidad o de ese instrumento social. En algunas ocasiones, es necesario desechar y en otras ocasiones es necesario renovar.

 Cuando pensamos en el derecho a la paz, como un instrumento necesario en la sociedad, no podemos aplicarle caducidad, o considerar que ha dejado de ser vigente, porque mientras existan seres humanos en esta tierra, nos veremos en la necesidad de tener algunos instrumentos éticos y morales para seguir normando la sociedad.

Por eso el derecho a la paz, es un derecho que esta tan vigente, como el día que fue acuñado para las relaciones sociales. Por eso podemos decir que la paz, es un derecho con gran positividad para todas la civilizaciones humanas, un derecho que entre más se analiza se pueden encontrar más vertientes donde se ve necesario ponerlo como fundamento de ciertas acciones sociales.

Dar vigencia a un derecho no debe equivaler, precisamente, a darle estructura normativa, sino a conseguir la observancia efectiva del mismo. De tal forma, una costumbre puede ser más observada (más positiva) que una disposición normativa, así sucede en el Derecho Internacional Público en el cual el derecho consuetudinario constituye una importante fuente. En el caso del derecho a la paz, los instrumentos jurídicos que contemplan esta figura se han adelantado a la costumbre, pues ese derecho surge como oposición a conductas de violencia directa e indirecta.

Existen diversas expresiones jurídicas que revelan que el derecho a la paz no es tan sólo una elaboración teórica, pues está alcanzando vigencia normativa, en diferentes declaraciones de los derechos a nivel internacional. Hay algunos mecanismos que siguen trabajando por conseguir y conservar la paz al grado de que tenga gran solidez y sea exigible en todas las civilizaciones humanas.