Por: Héctor Edmundo Tinajero Avilés.

Ciudad Hidalgo Michoacán a 7 de abril del 2024.- Hoy, mi querido amigo Pedrito (o «Gordo», como solíamos llamarnos) ha trascendido de este mundo terrenal.

Al recibir la noticia, un intenso escalofrío recorrió mi cuerpo y la nostalgia invadió mi ser.

Sin embargo, enseguida inundaron mi mente los recuerdos de los hermosos momentos que compartimos en distintos ámbitos sociales, todos marcados por la alegría.

Pedrito fue un ejemplar hijo, hermano, esposo, padre y abuelo amoroso, pero sobre todo, un amigo leal.

Aquellos que lo conocimos podemos confirmar que estuvo presente en las alegrías y también en los momentos difíciles.

Él me enseñó que, a pesar de la complejidad de la vida, siempre hay espacio para la risa y el disfrute. Podíamos pasar de la seriedad de una reunión al instante en que él desplegaba su don para contar chistes, incluso llegando a compartir risas con Teo González.

Pedrito poseía un encanto extraordinario, pues su gracia y amabilidad conquistaban a todas las personalidades. Hoy, mi amigo se reúne con sus padres en el plano celestial, donde seguramente estarán dándole la bienvenida. Estoy seguro de que, antes de ingresar al cielo, logrará arrancarle una carcajada a San Pedro.

Pedrito, desde aquí te deseo un gran viaje. Te extrañaremos, pero sé que en algún momento volveremos a reír juntos y a disfrutar de todas las aventuras compartidas.