Zitácuaro Michoacán a 27 de enero del 2024.- .La espléndida gala del Certamen Reina de la Feria Monarca 2024 se convirtió en una sublime vitrina de organización y una magnífica representación de nuestro país. Celebrada el 26 de enero de 2024 en Zitácuaro, Michoacán, el evento consagró a Sandra Grisell Navarrete López como la Reina Monarca 2024 y fue coronada por el Lic. Juan Antonio Ixtláhuac Orihuela presidente municipal.
Laisha Rosas Rueda y Rihanna Vanessa se hicieron meritorias del título de Primer y Segunda Princesa respectivamente, mientras que Lizbeth Ximena Mondragón Luna capturó los corazones con su carisma, mereciendo el título de Miss Simpatía.
El certamen inició con una hipnotizante exhibición de danza por parte de la Academia Natalia Makarova. Los espectadores quedaron cautivados por la vibrante estampa y la presencia simbólica de la Mariposa Monarca, emblema de identidad del municipio. La maestría de los bailarines, se fusionó con una coreografía magistral, presagiando una noche de ensueño.
El Teatro Juárez se encontraba repleto, arropando a las diez hermosas contendientes con una atmósfera de emoción y fervor. La presentación inicial de las participantes, quienes deslumbraron en el opening.
Con elegancia y porte, cada aspirante desfiló en trajes típicos primero, y más tarde en deslumbrantes vestidos de noche, exhibiendo no solo su belleza sino también su habilidad para la pasarela y la oratoria —verdaderas embajadoras de la gracia zitacuarense.
Dirigido por Vanessa Ixtláhuac Orihuela, el certamen brilló por su impecable organización. A medida que avanzaba la competición, era palpable la tensión mientras se evaluaban los talentos y virtudes de cada participante.
En el ámbito de la comunicación, los medios de comunicación jugaron un papel crucial, fungiendo como jueces en una de las categorías más codiciadas. Finalmente, fue Belén Guillen Ruiz quien capturó la atención de estos profesionales, obteniendo con justa causa el galardón a Miss Fotogenia.
La Feria Monarca 2024, más que una justa de belleza, fue una celebración del espíritu mexicano — una noche donde el esplendor y la tradición se entrelazaron para coronar no sólo a una reina, sino la identidad cultural de un pueblo.
