Por: José Luis Sánchez Rodríguez.

Ciudad de Hidalgo, en Michoacán, a 15 febrero 2024.- Con el miércoles de ceniza inició la cuaresma, tiempo de preparación para la semana mayor, se trata de un tiempo litúrgico en donde son 40 días de preparación a la Semana Santa, en donde recordamos la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo, que nos recuerda los 40 días de ayuno de Jesús en el desierto.


En la parroquia de San José, de esta ciudad la imposición de ceniza inició desde las 7 de la mañana y concluyó a las 9:30 de la noche, en donde miles de feligreses acudieron a recibir las ceniza que es un signo penitencial, que sacerdotes y quienes la impusieron nos recordaron que somos polvo y en polvo nos convertiremos.
En las reflexiones que hubo por parte de religiosas y seminaristas, se dijo que el miércoles de ceniza, los viernes de dolores, obliga el ayuno, la abstinencia a mayores de edad, el ayuno consiste en no comer nada sólido entre el desayuno y la comida solo líquidos, además de abstenerse de comer carnes rojas, reconciliarse con Dios, reconvertirse para ser mejores personas.
El Sacerdote Heriberto Gerardo Almaraz, Sr. Cura de la Parroquia de San José, recordó el mensaje del Santo Padre Francisco, en el cual nos habla de que a través del desierto Dios nos guía a la libertad. «Cuando nuestro Dios se revela, comunica la libertad.
Subrayando la fuerza del amor con el que Dios educa a su pueblo».
Además que la llamada a la libertad es, en efecto, una llamada vigorosa. «No se agota en un acontecimiento único porque madura durante el camino, el mismo modo que Israel en el desierto lleva todavía a Egipto dentro de sí mismo, echa de menos el pasado y murmura contra el cielo y contra Moisés, hoy el pueblo de Dios lleva dentro de sí ataduras o personas que debe decidirse a abandonar.
Finalmente indicó, nos damos cuenta que yo cuando nos falta esperanza y vagamos por la vida como en un páramo solo sin una prometida hacia la cual encaminamos juntos. La cuaresma es el tiempo de Gracia en el que el desierto vuelve a ser el lugar del primer amor. Dios educa a su pueblo para que abandone sus esclavitudes y experimente el paso de la muerte a la vida».