Cd. Hidalgo, Michoacán., a 30 de Noviembre del 2020.- El domingo por la tarde recibí la noticia de la partida de un maestro que tuve la dicha de tener en mi tiempo de preparatoria, en la Universidad Vasco de Quiroga y hablo del Ing. Tarsicio Herrera Vega.
Al ingeniero tuve la dicha de conocerlo desde mi infancia, ya que le unía una amistad con mi papá; cada ocho días llevaba su colaboración de un articulo que escribía en el diario y él acudía a entregarlo puntualmente a las oficinas de El Clarin, que anteriormente se encontraban en Leandro Valle No. 12, recuerdo que siempre tenia una sonrisa franca y me saludaba con un buen apretón de mano.
El tiempo pasó y con el, mi desarrollo estudiantil, recuerdo que me comenzó a invitar a algunos talleres y clases de dibujo que se impartían en la el edificio de la UVAQ, en la colonia La Regadera, edificio que después regresé para estudiar mi preparatoria por dos años. El primer año el Ing. Tarsicio fue el director y después de ese año se fue de la institución para continuar con la expansión de la vasco en el interior del estado, encomienda que cumplió a cabalidad.
Le tengo un grato recuerdo, ya que siempre fue muy franco y directo para mi, recuerdo sus palabras en cada momento de mi vida, siempre me impulsó a seguir por buen camino, palabras que de momento como todo joven rebelde no tomaba en cuenta y que al paso de los años me sirvieron para salir adelante.
Tuve la oportunidad de convivir y charlar de política, aunque él y yo teníamos simpatía por diferentes partidos políticos, siempre fuimos respetuosos pero intercambiamos puntos de vista, que siempre concluimos, se buscaba el mismo fin, mejorar las condiciones de nuestra ciudad y buscar el bien común en los sectores de la sociedad.
Desde esta redacción envió mi más sinceras condolencias para su esposa, hijos y nietos; deseo que Dios les de pronta resignación a tan irreparable perdida, muchas gracias por todo ING.