Ante los problemas internos que el Morena ha presentado, en pleno proceso electoral, los dimes y diretes están a la orden del día, se dice mucho sobre cómo se elegirán las candidaturas y algunos ya andan hasta prometiendo lo que no tienen, creyendo que nuestro partido es como todos los demás se dice mucho, pero realmente se sabe poco.

Se dice mucho sobre quienes “llegaron” y quienes según, ahora, quieren “llegar”, sin embargo, no les ha quedado claro que nuestro movimiento se mantiene en constante cambio, que en vías de profesionalizarse como instituto político el MORENA está evolucionando, pero no en sí mismo nada más, pues también lo hace en el espacio público jalando con dicha inercia a todo el espectro político del país. El MORENA no es sólo de nosotros, es de todo México, incluso de quienes todavía no nacen, nuestro movimiento se transforma y a su vez, transforma la sociedad mexicana, la cual entiende cada vez más que la política debe reinventarse como el arte de lo posible.

Hoy podemos citar las elecciones del pasado domingo, donde pudo más el criterio del pueblo que desmarcó al MORENA de los candidatos cuando se sintió engañado por el reciclaje de perfiles sin probada honestidad provenientes de otros partidos con resultados pésimos y una gran trayectoria de inmoralidad, ese destino es el basurero de la historia. Ese destino, lo puede tener Michoacán. Tal es el caso del ex diputado Fidel Calderón Torreblanca, quien aspira a ser gobernador de Michoacán por Morena; político externo, de los que no han evolucionado y, por lo tanto, no deberían siquiera intentar acceder a una candidatura en Morena.

Quienes aspiran a llegar creen que vienen a hacer “lo mismo de siempre”, no han entendido que en el 2018 no sólo las marcas de los antiguos institutos políticos fueron depositadas en el basurero de la historia por la población, sino que también, junto al membrete, esas viejas prácticas y esos viejos vicios que los caracterizan fueron depositados en la misma bolsa.

Quienes se resisten a evolucionar y adoptar esta nueva forma de hacer política están destinados a la extinción. En Morena no debemos de permitir nunca más que se hagan las cosas de tal manera, en donde el reciclaje y la repartición de candidaturas tal cual pasó como en las elecciones del domingo pasado en el estado de Hidalgo y Coahuila, es una clara muestra de la falta de honestidad de aquellos que no entienden o no entendieron que la evolución es la base para mejorar nuestras políticas públicas. Porque México ya tiene un pueblo informado.

Los estatutos de nuestro movimiento son claros, después de pasar varios filtros, los más votados se van a una encuesta, para todos los aspirantes a candidatos en todos los niveles y en todos los poderes, nadie es el “bueno”, nadie fue apadrinado por el presidente, nadie puede nombrar planillas ni regalar candidatos, nadie puede pasar por encima de los procesos partidarios estipulados en los estatutos y nadie puede contravenir el deseo del pueblo.

Al calor del proceso hay muchas reuniones y muchos “alborotados”, sin embargo olvidan sus responsabilidades como funcionarios públicos, los que todavía lo son, pero aún más grave, caen en la responsabilidad de dar nombramientos y ofrecer ya candidaturas; y los que no son funcionarios publicos, pues olvidan sus responsabilidades como entes políticos de un partido movimiento que representa el cambio, que les exige evolucionar y erradicar esas viejas prácticas, haciendo un llamado a la mesura y un extrañamiento a quienes desde la ignorancia estatutaria desinforman a la militancia y al pueblo, hoy les decimos que se pongan a trabajar, que se pongan a legislar, que se pongan a revisar los documentos básicos y que se empapen un poco de la dinámica morenista, pues de no hacerlo no podrán evolucionar como actores políticos, y quién no lo haga, sabe cuál es su destino, el basurero de la historia.

Morena es del pueblo y para el pueblo, para los de hoy y para los del mañana.