Por: José Luis Sánchez Rodríguez.

Ciudad Hidalgo, Michoacán a 28 de diciembre de 2021.- “En la pequeñez está Dios, la pequeñez que es el camino que eligió para llegar a nosotros tocarnos el corazón, salvarnos y conducirnos lo que realmente es importante, ahora contemplemos a este niño desde su pequeñez en el pesebre en donde nacido, mostrando así su humildad, que no es pobreza, porque su riqueza está en su corazón, en el amor hacia nosotros”.
Así lo expresó en su homilía el Sr. Cura Heriberto Gerardo, de la Parroquia de San José durante la celebración eucarística realizada el 24 de diciembre con motivo de la natividad del señor, es decir, del nacimiento del Niño Jesús, el redentor y salvador del mundo que nació de María y después de muchos días de pedir posada pudo descansar en un establo en donde pudo dar a luz al Hijo de Dios.
Dios viene pequeño al mundo, su grandeza se ofrece, se revela pero los hombres no lo entendemos, por ello, el misterio de navidad nos lleva a la reflexión que el nacimiento de Jesús, entre nosotros es un don, es un es una bendición de Dios, es el regalo más grande que hemos recibido de Dios padre, nos invita a ser un don de Dios para los demás por nuestra buena manera de vivir.
El sentido eucarístico de la celebración, para el cristiano, un signo de su fe es Jesucristo crucificado, pero también es de Jesús niño, el pesebre más importante no son los nacimientos, sino el altar porque es donde Jesús nace en cada misma, el misterio de la navidad este en donde Jesús una vez más viene a nosotros y está en su cuerpo y sangre.
Finalmente en dicha celebración eucarística se realizó la noche del viernes 24 de diciembre en donde se recordó el nacimiento de Cristo, el Salvador del mundo.

El templo registró importante asistencia de los feligreses, a quienes se les aplicó medidas sanitarias por la pandemia que sigue presente entre nosotros.