22 de Enero de 2021

ESCUCHANDO AL CORAZON

Hace 3 años, fui al hospital general vestida de Doctora de la risa, con mi bata de Doctora, mi Estetoscopio de juguete, mi nariz roja, escrito el nombre mio en mi bata de Alonsina la película de Patch Adams el Doctor de la Risa, encierra tantas verdades y cosas positivas, como la risa ilumina tu corazón, aunque la luz de la tristeza quiera apagarlo.

Yo tome el curso de Risoterapia y visitó Hospitales tratando de provocar sonrisas que iluminen a mis hermanos, mis projimos postrados, en una cama de hospital recuperándose.

Ese día específicamente no recuerdo la fecha, pero si recuerdo lo bendecida que fui con esa visita al hospital.

Visité varios pacientes, acompañada por amigos también con bata y nariz roja, en una cama estaba una señora con peligro de embarazo, llegamos a su cama, nos platicó que esperaba a su bebé y de repente les digo a mis compañeros ¿Escucharon esta esperando un bebé? y todos tenemos hambre ¿Verdad? así que como cada bebé trae, una torta bajo el brazo… ¡Esperaremos! y todos nos recargamos en la cama con nuestras manos recargando nuestra cara como señal de espera la señora no paraba de reír esas lagrimas en la que la encontramos, cuando llegamos cambiaron a sonrisas, que iluminaron su bello corazón de madre.

Continuamos nuestra visita a las demás camas y entré yo a uno aislado y encontré un ángel llamado Lalo, de 8 años y a su mami Rocio igual que yo.

Lalo jugaba en la calle con un amigo y un virus del ambiente causó una rara enfermedad desconocida que lo convulsionó en ese momento y lo dejó paralizado y sin poder hablar.

Ese niño hermoso, con unos ojos claros, que mostraban su alma, a pesar de no poder hablar, te invitaba a que el amor te tocará.

Su mami, una guerrera incansable con sus pies hinchados y el cansancio, unida al lado de la cama de su hijo, sin querer moverse, eran de otra ciudad, la invité a bañarse y descansar en mi casa, no fue por amor a sus hijo, ¡Una mamá María!.

Estuve visitando varios días a Lalo ya vestida normal como Rocio, ahora, como MAMÁ que conocía ese luchar por la vida al lado de tu hijo, tratando de ganar la batalla.

Así como yo estuve al lado de Alonso, esa señora me recordaba la lucha de mi hijo, ir a visitarlos, no era a darles de mi era que su amor de ellos me fortalecieran, me tocaba su amor me daban a mi haciéndome valorar más la vida.

Un día por la mañana suena mi teléfono y era Rocio, diciéndome Rocio ¡Lalo acaba de morir!, le respondí voy para allá, me vestí y me apresure al hospital.

Al llegar y abrazar esa madre llena de dolor extiende sus manos entregándome en un gancho el traje de primera comunión de Lalo, pidiéndome vistiera a su hijo con ese traje, lo tome y le pedí al policía – vigilante en hospital, me ayudará a vestirlo, aunque comprendí no fue el quien me ayudó, fue Dios que me sostuvo, me envió al espíritu santo para iluminarme y darme fuerzas ante mi corazón y cabeza aturdida, al vestir a Lalo un niño de edad de mi hijo que también había volado, y cumplir esa petición de una madre llena de dolor al terminar de vestirlo le di mi bendición y tome su manita y me bendije con ella, cuando el amor te toca.

Es Dios que esta diciendo cuanto te ama!.

Salí del hospital con el gancho en que estaba el traje de Lalo y llegando a casa lo colgué entre mi ropa diciendo: Lalo tu seras ese ángel que cuidará de mi, y lo colgué entre mi ropa, como señal de trato de amor.

Rocio se fue a su ciudad, lo último que supe en un mensaje fue que saldría a Estados Unidos a vivir quizá huyendo lo más lejos de ese dolor que rompió su corazón.

El día de ayer, después de años, llegó un mensaje hermoso, era ella diciéndome que deseaba hablar conmigo que siempre pedía a Dios por mi, que fui un ángel para ella en medio de su sufrimiento, me causó tanta alegría volver a saber de ella y no, el que me dijera ángel, sino el saber que pedía a Dios por mi y me enviaba su bendición.

ESO, ESO, ES EL MÁS GRANDE REGALO «CUANDO EL AMOR TE TOCA».

Rocio, cuando leas mi columna, recuerda que Dios te dio un niño especial, porque tu eres una mamá especial, esas palabras son también para ti Cecilia Medina tu ángel Fernanda es un regalo de Dios, que esta tocando corazones y recuerda lo que te dije: «LOS MILAGROS EXISTEN»

Bendiciones y dejen que «EL AMOR SIGA TOCÁNDOLAS» es Dios que las abraza.

Rocio Martinez Preciado

Los Planes de Alonso

Presidenta

Cel. 4626058359

Correo: rociomartinezpreciado@hotmail.com