Por: José Luis Sánchez Rodríguez.

Ciudad Hidalgo, Michoacán, a 18 de octubre de 2020.- En el Colegio José Luis Sánchez del Río conmemoraron el cuarto aniversario de la canonización del Santo Michoacano San José Luis Sánchez del Río, esto con una celebración eucarística y una presentación en diapositivas de la vida y obra del originario de Sahuayo Michoacán.
En celebración eucarística efectuada en el auditorio del colegio estuvo parte del personal, así como directivos, la misa fue oficiada por el Sacerdote Alfonso Pérez, Padre Misionero originario de esta ciudad y que en próximos días regresa a Perú, en donde esta de misión, en su homilía destacó las virtudes que hicieron santo a Sánchez de Rio, quien en la Guerra Cristera no disparó alguna arma.
Posterior a la misa, el Coordinador General del Colegio, el Ing. Tarsicio Herrera Vega, a través de una proyección dio a conocer la vida y obra de José Luis Sánchez del Río (1913-1928), de quien destacó fue mártir a los 14 años, cuando fue asesinado durante la persecución religiosa de México por pertenecer a “los cristeros”, un grupo numeroso de católicos mexicanos levantados en contra la opresión del régimen de Plutarco Elías Calles.
El adolescente cayó bajo el poder de las tropas gubernamentales al darle su caballo al general Prudencio Mendoza, líder del levantamiento contra el gobierno de turno. Duró cuatro días en cautiverio, tiempo tras el cual fue llevado hacia el Panteón Municipal. “Le cortaron la piel de las plantas de los pies y le obligaron a caminar por el pueblo, rumbo al cementerio, él lloraba y gemía de dolor, pero no cedía.
Además que de vez en cuando se detenían y le decían ‘si gritas muera Cristo Rey te perdonamos la vida’. Pero él respondía ‘viva Cristo Rey”. Durante todo el trayecto, el adolescente iba llorando y rezando por el camino, dando gritos y vivas a Cristo Rey y a la Virgen de Guadalupe. Al llegar al panteón le fue señalada su tumba. Una vez de pie al lado de ella fue ahorcado y acuchillado por sus verdugos.
José Luis Sánchez del Río (1913-1928) fue mártir a sus 14 años, cuando fue asesinado durante la persecución religiosa de México por pertenecer a “los cristeros”, un grupo numeroso de católicos mexicanos levantados en contra la opresión del régimen de Plutarco Elías Calles.
Finalmente dijo que al ser prisionero Sánchez del Río, redactó una carta a su mamá, diciendo lo siguiente; Querida mamá: Fui hecho prisionero en combate en este día. Creo que en los momentos actuales voy a morir, pero no importa, mamá. Resígnate a la voluntad de Dios. No te preocupes por mi muerte, que es lo que me mortifica.
Antes diles a mis hermanos que sigan el ejemplo que les dejó su hermano el más chico. Y tú has la voluntad de Dios, ten valor y mándame la bendición juntamente con la de mi padre. Saluda a todos por última vez. Y tú, recibe el corazón de tu hijo, que tanto te quiere y, verte, antes de morir, deseaba.