-Aún hay mucho camino por andar para que mandatos legales a favor de la participación de las mujeres, se conviertan en parte del ADN de los partidos.

La paridad e igualdad en la participación de las mujeres debe de trascender en los partidos políticos, los cuales deben dejar de verlo sólo como un tema de obligación legal a un asunto de convicción, recalcó la diputada Lucila Martínez Manríquez, presidenta de la Comisión de Igualdad Sustantiva y de Género de la LXXIV Legislatura del Congreso del Estado.

La legisladora señaló que, si bien existen cambios normativos fundamentales para garantizar la participación política de las mujeres, aún hay mucho camino por andar para que se conviertan en parte del ADN de los partidos políticos, los cuales ahora atienden estos temas más por obligación que por convicción.

“En la medida en que los actores políticos asuman que la participación de las mujeres en condiciones paritarias y de igualdad es fundamental para la democracia efectiva, es que podrá haber una transformación de fondo, por ello es necesario que dejen de ver esto como una concesión legal a la que están obligados”.

Lucila Martínez Manríquez dijo que el proceso electoral que se desarrolla en México y en Michoacán, será un termómetro fundamental para ver la manera en que actores y partidos asumen las reformas legales instrumentadas tanto en lo federal como en lo estatal en materia de participación política de las mujeres, en donde tanto autoridades electorales como sociedad se debe estar vigilantes que fenómenos como el de las llamadas “juanitas”, con modalidades como el buscar posicionar mujeres por su relación familiar con hombres sólo para que éstos sigan en el escenario de la toma de decisiones, tanga ya punto final.

Recalcó que las capacidades de miles de mujeres en el ejercicio de la tarea pública se evidencian día a día, por lo que es necesario que éstas se sigan desarrollando y no encuentren tope en simulaciones de participación paritaria, sino que exista un accionar real en los partidos políticos, basado en la convicción y la legalidad para que la participación de las mujeres sea efectiva.