Celebramos en toda la Iglesia el Domingo XIII del Tiempo Ordinario, a todos la paz de Cristo. Con mucha alegría y fe, mañana la Iglesia celebra la solemnidad de los grandes apóstoles Pedro y Pablo quienes con su martirio se convirtieron en hermanos.
La sangre de los mártires no clama venganza, sino que reconcilia. El martirio se presenta como fuerza del amor que supera el odio y la violencia. Mediante el martirio, mediante su fe y su amor, los dos Apóstoles indican dónde está la verdadera esperanza, y son fundadores de un nuevo tipo de ser “ciudadano” que ponen en el Crucificado toda su vida y esperanza, llamada a luchar contra el pecado y el egoísmo de los hombres.
En virtud de su martirio, Pedro y Pablo están unidos para siempre con una relación recíproca. Una imagen hermosa en la iconografía cristiana es el abrazo de los dos Apóstoles en camino hacia el martirio. Podemos decir que su mismo martirio, es la realización de un abrazo fraterno. Pedro y Pablo mueren por el único Cristo y, en el testimonio por el que dan la vida, son uno.
En estos tiempos de contingencia sanitaria oremos por los sufrimientos de tantos enfermos por el Covid-19 y por los familiares de los que ya perdieron la vida por este virus. Unamos estos sufrimientos y los del mundo entero al padecimiento de la cruz de Pedro y a las cadenas y los estigmas de Pablo; que ellos sean ejemplo para nosotros en la confesión de la fe que lleva a la Vida verdadera.
EL CONSEJO INTERELIGIOSO Y LA PROVINCIA DE MORELIA, RESPONSABLES EN PROTOCOLO SANITARIO HACIA LA “NUEVA CONVIVENCIA”
Con el objetivo de proporcionar a todo el sector religioso, a las iglesias evangélicas y a la comunidad eclesial, las normas guía para la correcta reapertura del culto y de las actividades pastorales en el estado de Michoacán y en la Provincia Eclesiástica de Morelia, asumiendo los lineamientos proporcionados por la CEM, por las autoridades civiles de los distintos niveles de gobierno en materia de salud, cada pastor y los responsables de las diferentes instancias del sector religioso, así como cada Obispo Diocesano hemos dado ya nuestras propias instrucciones en las congregaciones o comunidades religiosas, igual que en cada diócesis para la reapertura gradual al culto público.

Las distintas diócesis que conformamos la Provincia de Morelia -Tacámbaro, Zamora, Apatzingán, Lázaro Cárdenas y Morelia- como parte de la Nueva Convivencia, estamos en el empeño de adoptar la implementación de medidas preventivas al interior de las iglesias a fin de contribuir a romper la cadena de contagio de COVID-19 y proteger con esto a los miembros de nuestras comunidades.
La Provincia de Morelia, hemos tratado de tener acciones transversales y coordinadas entre el Gobierno del Estado y los diferentes sectores de la sociedad y la Secretaría de Salud de Michoacán (SSM), para coordinarnos de manera permanente en la promoción y difusión de los protocolos que buscan evitar la propagación del virus.
Entre otras medidas nos estamos empeñando en: señalizar las bancas y asientos, a fin de que exista la sana distancia entre los asistentes, quienes encontrarán en la entrada un filtro sanitario donde deberán desinfectarse las manos y mantener en todo momento el uso del cubrebocas; se evitará saludar de beso, mano y abrazo, ya que solo así se logrará evitar que un paciente asintomático contagie –sin querer—, a más personas, poniendo en riesgo con esto a los sectores vulnerables a desarrollar complicaciones…, entre otras medidas (Se adjuntan los protocolos sanitarios: Sector Religioso y Provincia de Morelia).
Queremos como ministros de culto y como obispos generar conciencia en la sociedad acerca de las medidas de prevención en la Nueva Convivencia y será fundamental para evitar que las personas con un sistema inmunitario débil o con alguna enfermedad, fallezcan a causa del COVID-19.
La Arquidiócesis de Morelia comparte la triste experiencia de la muerte de dos sacerdotes más, víctimas del coronavirus, a quienes encomendamos a la gloria de Dios: el P. Francisco Javier Arteaga (de la Diócesis de Tacámbaro), el 25 de junio de 2020; y el P. Víctor Ramírez Aguilar (Misioneros Servidores de la Palabra), el 26 de junio de 2020, quien se desempeñaba como Rector en el Seminario de la Congregación en San Pedro de los Sauces, Mpio., de Tarímbaro, Mich.
Los invito a seguir en el empeño de ser responsables y cuidarnos a nosotros mismos, de ayudar a que nuestros hermanos sean responsables y se cuiden a ellos mismos; todos estemos dispuestos a ser solidarios y serviciales los unos con los otros.
En Cristo, nuestra paz
+ Carlos Garfias Merlos Arzobispo de Morelia Vicepresidente de la CEM