Por:  J.C. Charly

Hoy nos mantenemos a la expectativa de lo que suceda con el antiguo colaborador de EPN detenido en España y recién extraditado por presuntos vínculos con el caso Odebrecht, sin embargo, poco nos fijamos a su alrededor, y es que en últimos días la bomba ha estado a punto de estallar en el blanquiazul.

Según filtraciones avaladas por fuentes de los medios de comunicación convencionales, las declaraciones de Lozoya van más allá de sus colaboradores cercanos, pues hasta gobernadores y el mismísimo EPN son mencionados como ejecutores, organizadores o simplemente observadores de toda una operación que vino a destapar la cloaca.

Lo curioso es qué, para quienes todavía lo dudan, el caso Lozoya y el caso Odebrecht ponen de manifiesto una de las máximas de nuestro presidente: La existencia del “PRIAN”, evolucionado en tiempos actuales a una quimera cuyas siglas serían impronunciables “PRIANRDMC”.

La operación se remonta al sexenio panista de Felipe Calderón, tiene sus orígenes ahí y arrasa a toda la estructura de primer nivel peñista así como a toda una camarilla de legisladores y funcionarios emanados del PRD pero principalmente del PAN, que mediante sobornos aceptaron jugar del lado de la fracasada “Reforma Energética”.

Entre todos los señalados encontramos a Ricardo Anaya, ex candidato presidencial del PAN quien enarboló siempre un discurso “modernista” inaplicable propio de su sedentarismo clasista, y que además acusó al PRI por utilizar las herramientas del Estado para frenar su carrera a la presidencia y desgastarle como candidato.

Si hoy Anaya fuera presidente, si el INE hubiese jugado chueco nuevamente, hoy nuestro país atravesaría una de sus peores crisis políticas, aunque tal vez de ser presidente nunca hubiesen agarrado a Lozoya, pero imaginen por un momento un país donde el principal corrupto sería un hipotético presidente que demostró que los millones valen más que su país?

Reflexionemos, estamos a tiempo de transformar nuestro país, mientras la 4T lucha contra sus detractores por afianzarse, el pueblo de México debemos regresar a nuestro valores primarios, el respeto, la honestidad, el sentido moral y sobre todo, el amor, deberán hacerse presentes nuevamente en las capas populares para reconstruir el tejido social de la mano de nuestro presidente y para nunca más, ni si quiera imaginarnos, un país donde uno de sus aspirantes a la presidencia, prefirió 6.8 millones de pesos antes que la soberanía energética de su pueblo.

Cuanta razón tenia al esconder su cartera el señor presidente, cuanta razón tenemos en haberles castigado en la urna, cuanta razón tenemos el MORENA, los obradoristas y la 4T.