Por Víctor Verde
Julio 1 de 2020

MES DEL BOSQUE, MES DE LA REFLEXION

Desde hace muchos años, concretamente en el periodo presidencial de Adolfo López Mateos, en el año 1959, se publicó un decreto que daba origen a la celebración del Mes del Bosque y Día del Árbol al mes de julio y al segundo jueves de este mismo mes, desde entonces se siguen realizando los esfuerzos por recordar a la población los bienes y servicios ambientales que los ecosistemas forestales nos brindan y no solo los árboles. Y es cuando la temporada de lluvias en nuestro país coincide con los trabajos de reforestación.
Hay que recordar muy en especial, que el binomio Bosque-Agua nos debe de llevar a ordenar de manera sustentable la relación que hay entre estos dos elementos de nuestro planeta es decir en la medida que tengamos bien cuidados los recursos de montaña y los mantos acuíferos estaremos garantizando la vida para todos los seres vivos de esta gran casa llamada Tierra.
Los bosques suministran agua para para los usos domésticos, agrícola e industrial entre muchos otros en las zonas de aguas abajo y en la medida que la salud de los bosques se cumpla, así tendremos agua de calidad para todas nuestras necesidades más ahora pues una de las medidas contra el COVID19 es precisamente el lavado profundo de manos.
La FAO por ejemplo lleva a cabo acciones de asesoramiento para que los países miembros de Naciones Unidas den prioridad al papel de los bosques en los ecosistemas acuíferos y en el suministro a los seres humanos, reconociendo la grave amenaza por la escasez del vital líquido y reconoce el papel fundamental de los bosques para la conservación del agua, y conjunta esfuerzos para que los países cuenten con conocimientos para una mejor Política Ambiental que aquí en nuestro México está lejos de cumplirse y mucho menos en muchos estados y municipios.
Pero los bosques sufren serias amenazas: incendios forestales, cambio de uso de suelo, tala clandestina y deforestación, cambio climático y un desequilibrio en el ecosistema producto de la cada vez más demandante necesidad por el agua para el riego de huertas, agricultura insostenible y crecimiento urbano desordenado.
La pérdida de bosques en nuestro país es preocupante y si le sumamos la de selvas, manglares y otros ecosistemas arbóreos, no nos espera un futuro inmediato promisorio. Y qué decir de las pérdidas de árboles en el medio urbano: para mucha gente estorban, provocan daños a nuestros bienes son refugio inapropiado para aves migratorias que con sus residuos generan focos de infección, y en general son sustituidos por “islas de Concreto” que aceleran más el Calentamiento de las ciudades.
Por ultimo les digo que los problemas por agua van a la alza mientras tanto sigamos destruyendo los bosques de las partes altas y favoreciendo al cambio de uso de suelo por huertas de aguacate.
¿Qué les parece?

RECUERDEN QUE VIVIR BIEN, ES VIVIR EN ARMONIA CON TODO LO QUE NOS RODEA ¡