Por: JC Charly

Aunque constantemente es atacado y golpeado políticamente por la oposición, el ejecutivo federal, Andrés Manuel López Obrador, ha mostrado su enorme altura política al presentarse como el Presidente de la República y no como un defensor de su partido, cosa que el bloque de gobernadores insubordinados han hecho constantemente. La investidura presidencial ha quedado intacta, y con aire conciliador pero también firme, el Presidente ha sido claro.

La historia fue diferente en uno de los terrenos de la 4T, pues en su visita a Puebla, el Presidente se siguió de largo ante el gesto de cordialidad que el gobernador morenista le presentaba con ánimo de saludarlo. Es así como extrañamente, Barboza fue ignorado, a diferencia de sus similes de la oposición, lo cual desata un mar de especulaciones y un sin fin de comentarios, pero… Realmente el desaire presidencial es tan misterioso?

En días anteriores tras la captura de Lozoya, ex director de PEMEX, han salido investigaciones que conectan directamente al caso ODEBRETCH, con un sin fin de políticos mexicanos, incluyendo a gente cercana a la 4T como Lázaro Cárdenas Batel y el mismo Barboza, por lo cual presumiblemente se puede intuir que ante tal contingencia, el presidente estaba informado y congruente como siempre lo ha sido, marcó su línea.

Que vaya a la cárcel quien tenga que ir, pero con una investigación y un juicio serio, mientras tanto, todo es especulación, y haciendo gala de una de las máximas del derecho, la presunción de inocencia, los gobernadores como Alfaro y Aureoles todavía pueden gozar de la simpatía “a secas” del gobierno federal, no así Barboza, quien sufrió el desaire presidencial.