
Preservación y restauración del Santuario de Nuestra Señora de los Remedios en Zitácuaro, hubo errores pero se está corrigiendo: Gustavo Martínez
Heróica Zitácuaro.- En un esfuerzo por conservar el patrimonio cultural y religioso del Santuario de Nuestra Señora de los Remedios, el sacerdote Gustavo Martínez Jaimes ha informado sobre las recientes intervenciones realizadas en el templo.
El párroco explicó que ha habido controversia respecto a la corrección de la pintura en los medallones y grecas, ya que cualquier modificación en un bien nacional protegido por la ley debe contar con la autorización del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH). La colocación de estos elementos sin aprobación ha derivado en sanciones económicas y podría tener consecuencias legales.
«No se solicitó autorización al INAH para colocar esas grecas o medallones, lo que nos hace acreedores a una multa económica y, dependiendo de la determinación del INAH, podría incluso haber consecuencias legales para quien dañe el arte sacro», señaló Martínez Jaimes.
El sacerdote enfatizó que la corrección de estos detalles no es una decisión arbitraria, sino una medida necesaria para garantizar que el santuario se conserve conforme a la normatividad vigente. La arquidiócesis de Morelia, encargada de la custodia del templo, vela por su mantenimiento bajo las disposiciones establecidas por el INAH.
Como parte de las acciones de restauración, se iniciará el retiro de los candiles para ser restaurados en un taller profesional. Además, se implementará un nuevo sistema de iluminación con dos líneas de luz: una para el uso cotidiano y otra para eventos solemnes. También se eliminarán las barras de luz blanca, cuya intensidad no es adecuada para la iluminación del templo.
Asimismo, se tiene previsto mejorar el sistema de sonido, que será renovado para finales de mayo junto con la reinstalación de los candiles restaurados.
«Durante mi tiempo al frente de la parroquia, hemos avanzado en la renovación de diversos elementos, incluyendo los de madera de cedro rojo», mencionó el sacerdote.
Por otro lado, ya se han entablado conversaciones con el personal del INAH y una arquitecta acreditada, con el objetivo de presentar proyectos de restauración que requieran aprobación oficial antes de ser ejecutados. Un próximo desafío será iniciar la pintura dorada del templo, un trabajo costoso que se desarrollará por etapas.
Otra iniciativa busca renovar las bancas del santuario, permitiendo que la comunidad apadrine alguna de ellas, contribuyendo así a la mejora estética del templo.
Finalmente, Martínez Jaimes hizo un llamado a los visitantes y feligreses a evitar el uso del santuario como un simple pasillo de tránsito, recordando la importancia de respetar este espacio sagrado.